DOMINGO IV DE PASCUA -C-

 De andar por casa:

         ¡Cuántas veces hemos escuchado decir: “fulanito no es un tipo de iglesia, pero tiene un corazón de oro”. Y cuando nos acercamos a esa persona, efectivamente, no suele ir a los actos de culto, pero tiene las ideas muy claras, aquellas ideas que Jesús decía y que constantemente insistía a sus discípulos; cuando hemos hablado con esa persona, damos gracias a Dios por haberla conocido. Escucha lo que dice Jesús…

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Juan. Jn 10, 27-30

Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado

EN aquel tiempo, dijo Jesús:
«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre somos uno».

Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

             ¿En qué consiste, pues, eso de: “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco  y ellas me siguen”? Porque en ningún sitio aparece que diga que su seguimiento consiste en ser devoto de tal o cual imagen, de estar afiliado a no sé cuántas cofradías, de realizar cierto número de novenas…    

            Incluso dice Jesús: “Cuando llegue el momento que nos presentemos delante del Padre os dirá: Venid benditos a poseer el reino preparado para vosotros porque cuando tuve hambre, sed, estaba desnudo, enfermo, en la cárcel…y fuisteis solidarios conmigo” y no habla de otra cosa.

            Es más, la actitud de sus ovejas, está expuesta en su programa de vida: las BIENAVENTURANZAS; cada una de estas bienaventuranzas es un auténtico proyecto de vida que se expresa en la práctica con la realización de las obras de misericordia vividas en plena libertad, como corresponde al amor.

            Entonces, ¿Qué sentido tiene todo lo que tenemos montado en torno al templo, a las leyes, a los castigos… al dinero que está presente en toda la vida?

            Ese no es el camino que Él proclama, ni es por ahí por donde  se escucha su palabra y, menos aún, por otros caminos tan cotizados y buscados en nombre de Jesús que lo único que hacen es suplantar al verdadero PASTOR y espantar a las ovejas.