XXI DOMINGO TIEMPO ORDINARIO, CILCO A

 

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.
Del evangelio según san Mateo.
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo».
Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías. Palabra del Señor.
    El domingo pasado nos encontrábamos con la figura de la mujer cananea, mujer pagana a la que no le pertenecía el pan de los hijos, pero sin embargo supo apropiarse de las migajas que caían de la mesa de los amos, y el Maestro alabó la fe de esta mujer, "que grande es tu fe, que se cumpla lo que has creído".
    Hoy Jesús se presenta ante sus discípulos para preguntarle "¿quien dice la gente que es el Hijo del hombre?".  La pregunta por parte de Jesús bien podría tener varias direcciones: saber como va su obra, la misión que el Padre le encomendó; o bien, comprobar si los discípulos entendían el camino que les ofrece día a día. Y la respuesta que les da los discípulos así lo manifiesta "la gente dice....", pero "y vosotros que decís..."
    Este evangelio siempre llama la atención del que lo lee porque sin quererlo también se siente interpelado por el Maestro, ¿y tú, quien dices que soy?.
    En nuestro mundo actual, tocado muchas veces por la falta o debilidad de la fe, sería difícil responder, ya que ni por cultura o conocimiento desde la razón sería capaz; me llama la atención cuando escuchamos en concursos alguna pregunta acerca de la religión y esta casi siempre es respondida erróneamente, y me viene el interrogante, qué lugar ocupa Jesús en nuestra vida para que no seamos capaces de responder ¿quién es Él para mí, o más bien que lugar ocupa en mi vida?. 
    Solamente si respondemos afirmativamente como Pedro, con la palabra y la profesión de la fe manifestada en las obras estaremos respondiendo positivamente a esta cuestión, pues el Espíritu Santo estaría dentro de nosotros y manifestaríamos a Jesús en medio de nuestras vidas.
    Hoy nos invita el Maestro a descubrirlo, a redescubrirlo en cada uno de nosotros para que por medio de su luz podamos vivir en plenitud el mensaje del Evangelio que no es otra cosa sino hacerlo como digo presente en medio de nuestra vida. Hagámoslo y así seremos dichosos y felices pues seriamos instrumentos del Padre como fue la confesión de Pedro, !tú, eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo!.