EPIFANIA DE JESÚS -B-

  PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Isaías       60,  1‑6
La gloria del Señor amanece sobre ti

¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra,    la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor,   su gloria aparecerá sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz; los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta la vista en torno, mira:   todos ésos se han reunido, vienen a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar, y te traigan las riquezas de los pueblos.
Te inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

“HOY NECESITAMOS PROFETAS”  
El profeta Isaías invita al pueblo a que esté atento y observe lo que se avecina, pero esto no quiere decir que cierre los ojos y no quiera ver el pasado, porque si lo hace, tendrá el peligro de volver a repetirlo: Jerusalén se va a convertir en signo de universalidad y de unidad de todos los pueblos; sería muy triste que un momento de gloria se hunda por no querer mirar al pasado, reconocer los errores, rectificar lo torcido y dar un cambio a la vida. Es el mismo peligro que tiene la iglesia, signo de universalidad para todos los hombres por el mensaje que Cristo le dejó de salvación universal
            Esta ha venido siendo la labor de todos los profetas: darle sentido al momento presente que se vive, previniendo el futuro con la denuncia del pasado.
            El gran peligro que nos puede asaltar es el llegar a creernos que somos los poseedores de la verdad absoluta, que los demás han vivido equivocados y que los acontecimientos no tienen más significado que el que nosotros le otorgamos; pero la realidad siempre tiene muchas caras y es muy difícil que lleguemos a comprenderla en su totalidad. Necesitamos siempre de los profetas, que nos ayudan a mirar la realidad con los ojos de Dios.
            El profeta Isaías nos presenta la esperanza que subyace en toda la historia del pueblo: la verdad de Dios se ha de imponer en toda la tierra y ha de ser aceptada por todos los hijos de Israel que vendrán de los cuatro puntos cardinales a postrarse ante Dios y, por otro lado,  vendrán también todos los pueblos de la tierra y reconocerán la verdad y la salvación de Dios.
            En el fondo nos damos cuenta que es el mismo deseo que nos embarga a todos:  ¿Cuándo nos daremos cuenta los hombres que es una estupidez ponernos en contra del AMOR, de la VERDAD, de la JUSTICIA, de la LIBERTAD… y establecernos en la guerra, en el odio,  en la violencia, en la corrupción…? ¿Cómo podrá alguien sentirse feliz siendo artífice de muerte?

Salmo responsorial       Sal  71,  2.  7‑8.  10‑11.  12‑13

V/.  Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
R/.  Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.

V/.  Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes:
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

R/.  Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.

V/.  Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.

R/.  Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.

V/.  Que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributos;
que los reyes de Sabá y de Arabia
le ofrezcan sus dones,
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.

R/.  Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.

V/.  Porque él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres.

R/.  Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios        3,  2‑3a.  5‑6
Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos

Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro.
Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

“MIEDO A ENCONTRARSE CON DIOS”  
            Dios decidió hacerse hombre,  venirse con los hombres y hacer suya la historia y el camino  de la humanidad.
            Se trata ahora de descubrirlo entre los hombres, de discernir dónde hay un proyecto humano que coincida con el proyecto del reino que trajo Jesús e inauguró con su venida; pero al mismo tiempo se trata de ser portadores de ese gran proyecto y de su persona, para darlos a conocer al mundo,  porque ese es el gran regalo que, en la cumbre de los tiempos, Dios ha hecho a la humanidad.
            Pero con tristeza observamos que, como en aquel momento en que vino, los “suyos”, su pueblo, se alteraron, no quisieron reconocerlo, lo despreciaron y lo mataron. En cambio, gente de otros lugares, de otras culturas, fueron capaces de reconocerlo y adorarlo.
            La historia continúa y siguen repitiéndose las actitudes y los hechos: su persona en la actualidad es considerada un estorbo y su proyecto es despreciado como algo obsoleto, caduco y hasta nefasto.


Aleluya       Mt.  2,  2
Aleluya, aleluya.
Hemos visto salir su estrella, y venimos a adorarlo.
Aleluya.


EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Mateo       2,  1-12
Venimos de Oriente para adorar al Rey

Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes.
Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: — ¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron: —En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el Profeta:
   «Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel.»
Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro; incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor

REFLEXIÓN

“ENCONTRAR A DIOS Y ORIENTAR HACIA ÉL”
                Dios, en el culmen de los tiempos, decidió venirse con los hombres y desde entonces, la historia se ha convertido en lugar privilegiado de su encuentro.
            Cuando decidió manifestarse, su luz produjo confusión: los políticos se asustaron, los acomodados no quisieron saber nada de Él, el pueblo tuvo miedo de salir de su letargo, y solo los marginados, los desplazados de la sociedad, los que no tenían nada qué perder, ni eran tomados en cuenta para nada, fueron los únicos que lo reconocieron y se alegraron de su venida.
            También se alegraron de que viniera gentes de otras culturas, de otras religiones que eran sensibles a la justicia, a la verdad y a la paz.
            Es digno de recordar al respecto la frase de Tagore a la vuelta a la India después de uno de sus viajes a Europa y haber tenido contacto con la Sagrada Escritura y la vivencia del cristianismo y el trato que se le daba en Europa a Jesucristo; escribía decepcionado: “Jesús, vente a la India”
            Hace hincapié el evangelio en un detalle que es interesante tener en cuenta: “Al ver la estrella –estos personajes extranjeros-  se llenaron de alegría” pues les ayudó a encontrar a Jesús, pero esta imagen de la estrella es una llamada de atención a la iglesia entera y a cada uno de nosotros. Padres de familia, maestros, políticos, intelectuales, obreros, sindicatos, artistas, periodistas, religiosos… Todos estamos llamados con nuestras palabras y nuestras vidas a  ser estrellas que anuncian, orientan y guían hacia la JUSTICIA, hacia al AMOR,  hacia la VERDAD, la LIBERTAD, la PAZ… sin embargo, la actitud de Europa desorientó a Tagore y si miramos nuestras actitudes hoy… quien nos ve o nos escucha ¿Hacia dónde lo orientamos?