DOMINGO -II- DE ADVIENTO -A-


LA INMACULADA CONCEPCIÓN

 

PRIMERA LECTURA 

Lectura del libro del Génesis   (3;9-15, 20) 

Después que Adán comió del árbol, el Señor Dios, le llamó:
- ¿Dónde estás?
Él contestó:
- Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo porque estaba desnudo, y me escondí.
El Señor le replicó:
- ¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿es que has comido del árbol del
que te prohibí comer?
Adán respondió:
- La mujer que me diste por compañera me ofreció del fruto y comí.
El Señor Dios dijo a la mujer:
- ¿Qué es lo que has hecho??
Ella respondió:
- La serpiente me engaño y comí.
El Señor Dios dijo a la serpiente:
- Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las bestias del
campo, te arrastrarás por el polvo y comerás polvo toda tu vida.
Establezco enemistades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te
herirá la cabeza cuando tú la hieras en el talón.
El hombre llamó a su mujer "Eva@ por ser la madre de todos los que vienen.

 

EL DRAMA DE LA HUMANIDAD 

                El texto de Génesis nos presenta el cuadro en el que se narra el momento de la caída o del conflicto de ruptura del hombre con Dios: la HUMANIDAD ha roto con Dios, ha determinado apartarse del camino que Dios le ha trazado y abrirse ella su camino.

                Ha roto su amistad, de forma que ahora, ante la llamada que Dios le hace, se asusta, se excusa y se culpa. El hombre ahora ya no se siente amigo de Dios, sino enemigo. Adán, incluso se esconde y oye los pasos de Dios lleno de miedo. Es curioso: Dios le pregunta dónde está y no responde la pregunta, sino que le dice que estaba desnudo y que le daba vergüenza, cosa que nadie le ha preguntado, ni tiene sentido que se avergüence, pues nunca lo ha hecho ¿Por qué ahora? La verdad, la claridad le hacen sentirse mal.

                La respuesta de Adán es una manifestación de que ya no se encuentra en consonancia con Dios, ya no es la amistad lo que reina, sino el miedo y la vergüenza; ya no hay libertad, sino esclavitud y, en consecuencia, soledad: la compañera que le dio le ha hecho caer, también ha roto su relación amorosa y feliz con ella; ya no la considera como carne de su carne, sino autora de engaño, ya no se puede fiar de ella. Se ha roto la relación de armonía y paz con la creación.

                En este momento y, por este motivo, se inaugura el drama de la humanidad que llega hasta nuestros días.

                En este drama hay dos actores: Dios, que ha venido  actuando y proyectando un mundo feliz para el hombre y éste que ha querido echarle un pulso a Dios y se propone romperle su plan de felicidad, queriendo establecer el suyo que es un plan de muerte.

                En este drama empezará una lucha entre el amor y la misericordia contra el egoísmo,  la soberbia, el orgullo y la avaricia del hombre que será el protagonista de un montón  de desastres en la historia.

                Dios lo hizo a imagen y semejanza suya y el hombre utilizó su imagen  no para actuar a semejanza de Dios, sino de forma absolutamente contraria.

                Será una historia de amor que lucha contra el odio, la violencia, la envidia, el orgullo y la avaricia.

                Pero en este pulso entre Dios y el hombre, Dios no va a ceder y sostiene que el amor y la misericordia, el perdón y la libertad han de imponerse sobre el mal y la muerte que ha establecido el hombre. 

SEGUNDA LECTURA 

Lectura de la carta de s. Pablo a los Efesios. (1:3-6. 11-12)

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la
persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la
persona de Cristo - antes de crear el mundo- para que fuésemos santos e
irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo B por
pura iniciativa suya - a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan
generosamente nos ha concedido en su querido hijo, redunde en alabanza suya. Con
Cristo hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión
del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en
Cristo, seremos alabanza de su gloria

 

EL AMOR DE DIOS, MOTOR DE RESTAURACIÓN 

                S. Pablo, que está en la cárcel, por causa de esta decisión del hombre y siente en su cuerpo las consecuencias de esta gran equivocación,  hace un canto de acción de gracias reconociendo el triunfo de Dios sobre el error del hombre:  Dios no ha aflojado en su decisión y sigue imperturbable en su proyecto de amor;  Cristo es el signo evidente:  si Adán rompió la relación, Cristo la ha restaurado de nuevo y ahora, como una creación nueva, en Cristo hemos sido elegidos y destinados al designio primero que Él había determinado.

                Pablo exalta el plan misericordioso y salvífico de Dios para la humanidad, que él está experimentando también en su propia persona al estilo de María y reconoce que no es por sus méritos, sino por puro don por lo que Dios hace esto: “Según el deseo de quien lo hace todo conforme al deseo de su voluntad”.

                Así María, como Pablo,  ha sido elegida para ser morada de Dios y ha sido preservada del pecado en previsión de los méritos de Cristo.

                Pero no podemos olvidar que cada uno de nosotros hemos sido llamados dentro de ese proyecto de Dios y, al estilo de Pablo o de María, la llamada exige una respuesta. ¿Cómo estoy respondiendo yo? 

EVANGELIO 

Lectura del santo evangelio según S. Lucas    (1,26-38)
Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el
nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo." Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel
saludo. El ángel le dijo: * No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;
vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin. +
María respondió al ángel: * )Cómo será esto, puesto que no conozco varón? + El ángel
le respondió: * El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira,
también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes
de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios. + Dijo
María: * He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. + Y el ángel
dejándola se fue.

 

MARÍA, PIEZA CLAVE DEL PROYECTO DE DIOS

                Al acercarnos a la celebración de la Inmaculada, podemos hacerlo de dos formas: - como quien se acerca a observar un cuadro maravilloso y como quien se acerca a observar la maravilla que ha  dado como resultado el cuadro.

                Al final, vemos el cuadro que sigue siendo una maravilla, pero al tener la visión completa, entonces sentimos la grandeza  de todo el proyecto del que forma parte.

                Mirar a la Virgen  y sentirla como  “Libre del pecado” (Inmaculada) nos remite inmediatamente a Dios: en su proyecto primero crea un mundo espectacular y se lo entrega al hombre para que lo complete y termine de perfeccionarlo y de esa manera le da la posibilidad de  realizar esa imagen que lleva de Dios, actuando a semejanza de su creador y sea feliz. Pero el hombre rompe el plan de Dios y establece la muerte en lugar de la vida.

                Dios no cede en su plan inicial y monta de nuevo el plan de redención del hombre caído. Dentro de todo ese plan, en su etapa final, viene María como pieza clave de todo el cuadro de salvación y es la pieza que Dios mima y cuida; es el  instrumento nuevo que Dios prepara en función de Cristo; por eso, ella es la “agraciada”, la “colmada de la presencia de Dios” para la nueva humanidad: Cristo.

                María se convierte en el modelo del nuevo hombre (Humanidad) que se ha mantenido al lado de Dios, en su presencia,  en contraposición al viejo que le hizo frente y se puso de espaldas a Dios.

                El saludo que le hace el ángel: “El Señor está contigo” indica lo que ha sido siempre:  Dios ha estado siempre a su lado, de la misma manera que estuvo al lado de su pueblo, pero con una diferencia: el pueblo le dio la espalda y María se ha mantenido en su presencia con absoluta disponibilidad.

                En el pasaje del Génesis  se nos muestra a Adán huyendo de miedo ante la llamada de Dios, Ahora María se siente turbada por la sorpresa de sentirse “mirada” por dios que le ha hecho el regalo de fijarse en ella con su pobreza y debilidad. La respuesta de María no es culpar a nadie, como hace Adán, sino ponerse incondicionalmente en las manos de Dios.