DOM. 2º DE ADVIENTO


FESTIVIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN



“De andar por la calle”       
           
            Estábamos tomando un café y en la televisión estaba dirigiendo el programa un presentador que no hace muchos días se encontraba en otra cadena, le pongo un poco de atención y lo escucho defendiendo algo que hace unos días condenaba ferozmente en la otra cadena.
        Le pregunto a mi amigo: “¿Cómo una persona puede defender y condenar al mismo tiempo una misma cosa?” y la respuesta de mi interlocutor me dejó frío: “Es normal, ese tipo es periodista y tiene que defender lo que le ordenan los que le pagan”. Pero lo peor no es lo que estoy viendo y oyendo sino que mi amigo vea eso normal, lógico y hasta bueno.
        O sea, que la verdad, la honradez, la fidelidad… son puros cuentos; lo que cuenta es el dinero que es el que impone las normas. Si la Virgen hubiera pensado así, le tendría que haber preguntado a Dios: “¿Quién paga”?

Lectura del santo evangelio según S. Lucas 1,26-38
               
            Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
            Y entrando, le dijo: * Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. +
            Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.
            El ángel le dijo: * No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
            El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.
            María respondió al ángel: * )Cómo será esto, puesto que no conozco varón? +
            El ángel le respondió: * El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
            Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios. +
            Dijo María: * He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. + Y el ángel dejándola se fue.
                Palabra del Señor

ENFRENTAR LA VIDA DESDE LA FE

Alégrate, el Señor está contigo”
            En un momento muy difícil y complicado, cuando parece que el horizonte se cierra y no aparece la luz, María recibe una llamada que le va a complicar la vida, pero necesariamente, para enfrentar la misión que se le pide se necesita confianza, tranquilidad y buena disposición; por eso comienza el encuentro con estas dos condiciones: “Alégrate” y estate segura: El Señor está contigo y María únicamente pregunta qué es lo que tiene que hacer para que se cumpla lo que Dios quiere realizar, y no quién le va a pagar más. Lo demás, ya irá viniendo y Dios se encargará de darle lo que necesita para enfrentarlo.
            Lógicamente, no se puede tener esta actitud así, si es que no tengo una fe absoluta y total en Dios que hace ponerme en sus manos y confiar sin la menor duda: “Aquí está tu esclava, que se haga en mí según tu palabra”
             Un cristiano creyente de verdad, su esquema de vida no es “quién paga más” o, como aquel otro: "yo sirvo a quien me paga”, sino la actitud de María “Aquí me tienes, con todo mi ser, para hacer lo que Tú quieres que se haga” y el resto ya irá viniendo y se irá enfrentando como Dios tenga previsto, sin que esto lleve consigo la ausencia de dificultad.
            Volviendo a la conversación inicial, cuando montamos una mentalidad y un esquema de vida, en el que no caben otros valores que no sean el dinero, o el poder, Dios, el amor, la justicia, la verdad… se convierten en fantasías propias de ilusos