SANTA María, MADRE DE DIOS


De andar por casa…
                El instinto de la maternidad junto con el de conservación, están apoyados por el sexual; es algo que está inscrito en el ADN del ser humano, sin embargo, digo esto en un grupo de mujeres y me dicen que tengo una mentalidad nazi.
         ¿Hasta dónde ha llegado la degradación del progreso, que niega las leyes de la naturaleza? ¿Qué haría si encima tuviera que aceptar los caminos de Dios?

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 2, 16-21
Encontraron a María y a José y al niño. Y a los ocho días, le pusieron por nombre Jesús

EN aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

                Es inimaginable los sentimientos que tuvieron que cruzarse en María: ella percibe que está siendo sujeto de un gran misterio que ni ella entiende; su experiencia es única en toda la historia de la humanidad, pues también es única la venida de Cristo a la tierra; ella se fía de Dios por su fe, pero no puede calcular el alcance de lo que está ocurriendo en ella; es Dios quien está realizando su plan. La misma cosa ocurre con José y ambos aceptan lo que venga, pues saben que Dios no les va a fallar.
            Si María o José no hubieran visto un poco más allá de lo que la razón entiende o los ojos materiales ven, o los sentidos palpan, hubieran cometido el gran deicidio de la historia sin calcular las consecuencia que hubiera traído, exactamente igual que estamos haciendo al destruir todos los grandes valores humanos y cristianos, desprotegiendo a la persona y la sociedad de todos los referentes que la lleven a la VERDAD y dejándola a la deriva. A un hombre que le quitas a Dios de su horizonte, llega a creer en lo que le presenten… ¡Hasta acepta la muerte como un bien!